lunes, 26 de enero de 2009
sábado, 17 de enero de 2009
Los escudos en Maluenda
Pertenencen a las familias o linajes más importantes que en el pueblo había y algunas veces incluso se repiten como veremos en las fotografías.
Se colocaban en las fachadas principales de las casas, en las iglesias: en las capillas, en los retablos pagados por particulares o en el alfarje o el coro de Santa María.
Escudo que se encuentra en el suelo de la Iglesia de Santas Justa y Rufina en la parte superior izquierda.
Escudo situado en la casa de la Plaza Alta, dicen que en esta casa habitó un notario. Por la ubicación en la plaza más importante del pueblo, la del Concejo, y por las dimensiones tan considerables, la familia debía de ser de buen linaje.
Escudo de la familia de los Ciria situado en el magnífico ventanal del arco.
Escudo situado en la parte posterior de la Iglesia de Santa Justa, pertenece a la familia de los Ciria pero no es igual que el escudo de la casa. Este escudo se colocó después de la restauración de 1965, encima del lugar donde se encontraba la capilla-enterratorio de la familia.
Escudo situado en la Capilla de San Miguel de la iglesia de Santa María. Esta capilla la manda construir el notario Bartolomé Silverio Franco en 1631 y en ella manda colocar en las pechinas el escudo de los donantes sujetado por un grifo.
Este escudo se encuentra en la parte inferior del retablo de San Miguel en la Iglesia de Santa María, mandado hacer por doña Maria Navarro, viuda de D. Bartolomé Silvero Franco.
Este escudo se encuentra bajo el altar mayor de la iglesia de Santa María, es idéntico al escudo que encontramos en el retablo de San Miguel y las pechinas de su capilla. Desconocemos su anterior ubicación ya que fueron colocados en ese lugar después de el fatídico incendio del 24 de abril de 1942, pero podrían encontrarse en la decoración de la entrada de la capilla.
Este escudo se encuentra situado en el altar mayor de la iglesia de Santa María, en su parte baja y junto con los escudos de D. Bartolomé Silverio. Los materiales y características son similares.
Este escudo se encuentra en la pared derecha del abside de Santa María.
Este escudo pertenece al retablo de San José de la iglesia de Santa Justa y Rufina. Este retablo lo manda terminar Doña maría Temprado en el año 1700 con el dinero de su herencia y la de su madre. Doña María era monja en Calatayud.
Estos escudos se encuentran en el alfarje de la iglesia de Santa María, destaca el de la familia de los Luna. Son muchos los escudos que aparecen repetidos en el alfarje, el coro y los arcos.
Maluenda turística
Antes de entrar en el pueblo, desde la misma carretera, ya podemos observar al menos dos detalles importantes, su característico paisaje por una parte y la monumentalidad del pueblo por otra.
Al pasar por al carretera el Barranco de Gallé, es obligatorio fijarse en el paisaje: a la derecha encontraremos una zona de montes de yeso, con un tono grisáceo, sin apenas vegetación,“pelaos” como dirían en el pueblo. A simple vista puede parecer un paisaje pobre y monótono, pero si te aventuras por estos montes puedes descubrir multitud de variedades de plantas que sólo crecen en esta zona, por su característico suelo y que en algunas ocasiones están incluidas en el plan de protección de la DGA.
Si miramos a la izquierda, descubriremos que el paisaje cambia radicalmente, si viajamos en primavera, podremos observar el verdor de la rica y fértil vega de este pueblo, del que hay que destacar sus famosos melocotones, conocidos en muchos puntos de España por su gran calidad, nada que envidiar al Melocotón de Calanda y si viajamos en otoño podremos descubrir un vega en tonos marrones y amarillos que hacen que el paisaje sea de una riqueza sin igual.
Esta rica huerta, se riega con las aguas del río Jiloca, que nace, aguas arriba, en Cella y que desembocará en el río Jalón después de haber recorrido más de 100 kilómetros por tierras aragonesas..
Una vez llegados al pueblo deberemos tomar la primera calle a la izquierda, frente al cuartel de la Guardia Civil, para poder así entrar al pueblo por la puerta que ya utilizaban nuestros antepasados y que todavía conserva el pueblo en muy buen estado, en ella se pueden observar, además de los arcos que la forman, unas pinturas murales magníficas, así como los agujeros en la piedra en los que se introducían las puertas para ser abiertas y cerradas.
Una vez pasada esta puerta, es obligatorio volver la vista atrás y observar el balcón realizado en madera tallada y el escudo de la Familia Ciria.
Continuaremos nuestro recorrido hasta la Plaza de Don Benito López López, más conocida en el pueblo como Plaza Baja.
Será aquí donde comencemos nuestro recorrido por el pueblo.
En primer lugar la magnífica Iglesia de Santa María, de estilo mudéjar, que en sus tiempos fue mezquita. Desde el exterior se puede observar la antigua torre del siglo X u XI, con decoración de cerámica y ladrillo en forma de espiga (decoración muy poco usual), que se encuentra hoy en día desmochada. La nueva torre del siglo XVI, de estilo mudéjar, la portada gótica bajo un notable alero y una galería de arquetes, característica de la arquitectura civil, en su fachada principal.
En su interior, destaca el alfarje del coro, todo policromado y bajo el que podemos leer la inscripción que dejó el arquitecto, Yuçaf Adolmalih: “No hay más Dios que Dios y Mahoma es su enviado”
Siguiendo la visita por las calles de Maluenda podemos observar diferentes ejemplos de arquitectura Civil y llegaremos a la Iglesia de Santas Justa y Rufina, con aires de catedral. Desde el exterior resalta su hastial simétrico que integra en planta dos pequeñas torres coronadas de un chapitel piramidal y una galería corrida de arcos que da la vuelta a toda la iglesia en su parte superior.
Destaca en su interior la magnífica conservación del agramilado original en casi toda la decoración y dos importantes yeserías: un magnífico púlpito y la portada de la capilla de la Virgen del Rosario, así como una importante decoración cerámica. Merece la pena también contemplar dos retablos en esta Iglesia, el retablo principal, dedicado a Santas Justa y Rufina, de Domingo Ram y Juan Rius y el retablo de la dormición de San José de Vicente Berdusan. Destacar tambien el recién restaurado retablo de San Nicolás, posiblemente el más antiguo de la iglesia.
Para los más valientes, la visita seguiría con la subida al Castillo y la Iglesia de San Miguel, para lo que hay que subir por empinadas calles y sendas, pero los que no tengas fuerzas, pueden observar estos monumentos desde la Iglesia de Santas Justa y Rufina.
Desde allí observaremos la iglesia de San Miguel, dominando todo el pueblo y hoy en estado de ruina. Su estilo es mudéjar, y cabe destacar su campanario que hasta no hace mucho tiempo conservaba un segundo cuerpo barroco que se derribó por su peligrosidad.
Más arriba el castillo, construido antes del siglo X y en un estado de ruina muy avanzado, aunque todavía pueden observarse restos de murallas y la torre del homenaje.
Desde el castillo se contempla un bonita vista de los alrededores y también la torre Albarrana, que forma parte del conjunto fortificado. Es una esbelta torre de unos 15 metros de altura de mampostería revocada, rematada en una solana aragonesa de ladrillo.
Volviendo al pueblo por cualquiera de los caminos que tomemos, tenemos que visitar el Convento de Carmelitas Descalzas de San José. Estas monjas de Clausura conservan una maravillosa iglesia barroca con planta de cruz latina. Destaca el Retablo mayor dedicado a San José y realizado en Borja.
Aquí terminaría el recorrido turístico del Pueblo de Maluenda, pero nadie puede irse del pueblo sin pasarse a probar los pinchos del bar Churrión, situado en la Plaza del Ayuntamiento.
Nieve en Maluenda
Sirvan estas fotos como muestra de la gran nevada que cubrió el pueblo.
El paso del tiempo
Algunos monumentos, fuentes... han desaparecido, otros los seguimos conservando y restaurando.
¡Qué suerte tenemos de tener un pueblo como el nuestro, Maluenda!
Plano de Maluenda realizado por el párroco de Santa María alredor de 1850