La Hermandad de la Virgen del Pilar, un año más, organizó unas magníficas fiestas en honor a la Virgen, siendo hermano mayor, Amado García Mir.
Fiesta y tradición se unieron para disfrute de todos los vecinos, discómóviles, juegos, carreras, cabezudos, hoguera en la plaza baja...

Merece una especial atención alguno de los actos programados: las completas, el día 11, en las cuales se pudo escuchar la magnífica salve a la Virgen tocada por los músicos de Cimballa y que hizo recordar a muchos de los asistentes a la antigua banda de música de Maluenda que también la tocaba y cantaba, recibiendo un inusual aplauso por parte de los asistentes en un acto como este.
El día 12, festividad de la Virgen, se celebró la procesión por las calles del pueblo y seguidamente una misa baturra, además de la tradicional ofrenda de flores.

Por la tarde, a las 5:30 como de costumbre se llevó acabo la rifa, donde Calín, un año más nos hizo reír y disfrutar de un acto tan entrañable, galletas, latas de piña, una maceta, cestas de frutas, más piña, chorizo pan y vino, una vajillería, más piña... fueron algunas de las ofrendas que se subastaron.
A las 19:30 el Rosario de Cristal recorrió las calles del pueblo con sus numerosos faroles representando los Miserios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos.
Fiesta y tradición se unieron para disfrute de todos los vecinos, discómóviles, juegos, carreras, cabezudos, hoguera en la plaza baja...

Merece una especial atención alguno de los actos programados: las completas, el día 11, en las cuales se pudo escuchar la magnífica salve a la Virgen tocada por los músicos de Cimballa y que hizo recordar a muchos de los asistentes a la antigua banda de música de Maluenda que también la tocaba y cantaba, recibiendo un inusual aplauso por parte de los asistentes en un acto como este.
El día 12, festividad de la Virgen, se celebró la procesión por las calles del pueblo y seguidamente una misa baturra, además de la tradicional ofrenda de flores.
Por la tarde, a las 5:30 como de costumbre se llevó acabo la rifa, donde Calín, un año más nos hizo reír y disfrutar de un acto tan entrañable, galletas, latas de piña, una maceta, cestas de frutas, más piña, chorizo pan y vino, una vajillería, más piña... fueron algunas de las ofrendas que se subastaron.
A las 19:30 el Rosario de Cristal recorrió las calles del pueblo con sus numerosos faroles representando los Miserios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos.
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