Muchas personas, tanto del pueblo como de fuera, preguntan quién fué D. José García Sancho y por qué tiene una avenida dedicada en Maluenda. Cuando le preguntas a alguna persona del pueblo la respuesta es sencilla: ¿D. José? El médico. Pero seguimos sin saber nada de esa persona, excepto su profesión.
Buscando a los maestros y maestras que han nacido en Maluenda para el homenaje a la escuela que realizamos del 4 al 7 de Junio, tuve la suerte de encontrarme con Conchita y José Ignacio, hijos de D. José, y ellos me han proporcionado esta biografía de su padre con el fin de conocer un poco más a la persona que tiene dedicada una avenida en nuestro pueblo.
Buscando a los maestros y maestras que han nacido en Maluenda para el homenaje a la escuela que realizamos del 4 al 7 de Junio, tuve la suerte de encontrarme con Conchita y José Ignacio, hijos de D. José, y ellos me han proporcionado esta biografía de su padre con el fin de conocer un poco más a la persona que tiene dedicada una avenida en nuestro pueblo.
DON JOSÉ , EL MÉDICO DE MALUENDA
D. José María García Sancho, nació en Calatayud el 29 de Marzo de 1896, hijo de Zacarías y de Joaquina.
Cursó los estudios de Bachiller en Calatayud.
Servicio Militar de 1 de Febrero de 1918 al 31 de Octubre de 1918, con licencia definitiva el 1º de Agosto de 1935.
Estudió Medicina en la Facultad de Zaragoza, donde ingresó en el año 1913, y terminó sus estudios de Licenciado en Cirugía y Medicina el 10 de Junio de 1920, cuando realizó los ejercicios de Grado, obteniendo la calificación de Sobresaliente.
Comentaba que como estudiante de 5º de medicina, participó en la atención a los enfermos de la mal llamada “Gripe Española del 18”, la mayor Pandemia de Gripe Aviar conocida, y la que causó mas muertos en la historia de la Humanidad.
Ejerció como Medico de Torrijo de la Cañada desde el primero de Octubre de 1920 hasta el treinta de Septiembre de 1922.
Del año 1922 al 1924, no dispongo de documentación escrita pero por lo que le escuché contar ejerció de Médico en Báguena y Burbáguena.
Desde el trece de Junio de 1924, ejerció como médico de Maluenda y su agregado Velilla de Jiloca. (Haciendo la visita de éste con bicicleta, pues nunca dispuso de vehículo motorizado propio)
Se caso en Maluenda, en primeras nupcias con Concepción Crespo Pérez el 29 de Octubre de 1925, matrimonio del que nacieron: Maria Pilar (Oficial del banco de España en Teruel), José Maria (Medico rural y Especialista de Medicina Interna en el H. U. Lozano Blesa) y Jesús Maria (Delegado Comercial de los Laboratorios Abelló y Merck & Dohme); y tras fallecer Concha el 7 de Junio de 1933, se casó en segundas nupcias el 18 de Mayo de 1935 con Maria Asunción Teresa Crespo Pérez, matrimonio del que nacieron: Maria Concepción Teresa (Maestra Nacinal) y José Ignacio (Médico Especialista de Analisis Clínicos y Bioquímica Clínica en el H. U. M. Servet).
Compartió como un vecino más, en compañía de su familia, las fiestas, procesiones, inauguración de las Escuelas y Cuartel , incendio de Santa Maria, varias inundaciones, Cofradías, nacimientos y defunciones y todo lo que trae consigo el formar parte de un pueblo durante 42 años de convivencia. Y con la colaboración inestimable para la familia de nuestra asistenta Pascuala Gil de la Flor
El día 1 de Enero de 1945 fue nombrado Médico del Seguro Obligatorio de Enfermedad del pueblo, creado por Orden Ministerial de 27 de Julio de 1944, por el que los trabajadores por cuenta ajena, pasaban a detentar las llamadas “Cartillas” que les daban derecho a la asistencia sanitaria, germen del actual Sistema Nacional de Salud .
En julio de 1952, cedió sus derechos sobre Velilla de Jiloca, pueblo por el que siempre sintió un gran aprecio, para que unido a Olvés pudiese tener Medico Titular propio.
Se Jubiló el 29 de marzo de 1966 al cumplir los 70 años, con 42 años de ejercicio ininterrumpidos . Trasladando su residencia a Zaragoza en el Paseo Maria Agustín, hasta el fallecimiento de su esposa Teresa. Falleciendo en Calatayud el 21 de Agosto de 1986, a los 90 años de edad.
Familia de D. José García Sancho
Siempre considero como su mayor logro Sanitario el conseguir, tras reiteradas solicitudes a sucesivas Corporaciones Municipales que no entendían la necesidad, la traída de agua potable desde un manantial sito en Velilla de Jiloca del que le informaron sus amigos de dicha localidad, y que reunía las condiciones de calidad de sus aguas y caudal suficiente, para el abastecimiento de Maluenda, realizando la Corporación, la canalización, depósito en la zona de la revuelta, frente a la torre de la Gertrudis, y la instalación de dos fuentes, una en la Plaza Alta y otra en la Plaza Baja, utilizándose el sobrante para abrevadero de caballerías y ganado.
El no depender para el suministro de agua de boca y limpieza del Río Jiloca ni de las acequias, ambos muy contaminados por los sucesivos vertidos de los pueblos precedentes en el cauce, hizo disminuir en un 70% las enfermedades infectocontagiosas del municipio, entre las que destacaban infecciones Tifo-Paratíficas (contaminación fecal) y Fiebres de Malta (contaminación animal), y Diarreas estivales en los niños, especialmente en una época sin antibióticos.
Para el lo normal era la visita diaria a sus enfermos, la disponibilidad en caso de necesidad las 24 horas del día, los 365 días del año, el tener la consulta en su propia casa, y el trato directo y amable, especialmente con ancianos y niños, ejerciendo como consejero familiar cuando sus convecinos si así se lo solicitaban.
Si tenemos en cuenta que los medios diagnósticos de la época consistían en un termómetro. un fonendoscopio. y el buen “ojo clínico”, y lo comparamos con nuestra tecnología analítica y radiológica actual, se entiende fácilmente la dificultad del ejercicio de su profesión en aquellos años.
Así mismo vivió el desarrollo de la farmacología, desde las formulas magistrales preparadas en la Botica de Don Ignacio Gumiel, las Aspirinas, los antitérmicos como el Piramidón, la aparición de las leches ácidas de Nestlé, las Sulfamidas, los Antibióticos y el gran desarrollo de la industria farmacéutica en general, en sus últimos años de profesión.
El Consistorio Municipal de Maluenda, a propuesta del Alcalde Don Armando Gallego decidió por unanimidad, agradecerle los servicios prestados al municipio, dedicándole una Avenida con su nombre, y aunque por su avanzada edad y mala salud, no pudo asistir al acto de de inauguración, estuvo representado por sus hijos, dando las gracias en su nombre al Consistorio y a los vecinos asistentes al acto, su hijo José Maria.
Los de mi generación y anteriores, le conocimos muy bien. Una persona muy humana, llevando una vida dedicada a sus enfermos. Sus paseos por la tarde eran visitar a esos enfermos que tenían que guardar cama. A pesar del tiempo transcurrido todos los que lo conocimos guardamos un grato recuerdo de él.
ResponderEliminarTe agradezco que hoy tu blog sea un homenaje a Don José, como cariñosamente le conocíamos. Muchas gracias a los dos.
Muchas gracias Jesús por este homenaje a mi abuelo. Aunque en su momento supimos del escrito, hoy por casualidades de la vida he dado con tu blog y lo he releído con mi padre. Nos ha hecho sentirnos orgullosos de ser hijo y nieta de Don José, como así le llamaban todos con cariño y respeto. En nombre de toda la familia gracias de nuevo.
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