El Domingo de Resurrección, la Cofradía de la Virgen de la Soledad de Santa María de Maluenda celebraba una procesión solemne en la que se sacaba a la Virgen vestida de alegría, haciéndose la ceremonia de haber visto la Madre de Dios a su hijo resucitado donde mejor y decentemente les pareciese.
Posteriormente sería la peana de Jesús Resucitado el que saldría de la iglesia de Santa María en procesión y al llegar a la calleja de José y la Purita, saldría la Virgen tapada con un velo a su encuentro, al juntarse se le quitaría el velo y continuaría la procesión hasta la iglesia.
En el retablo de la iglesia de las Santas Justa y Rufina de Maluenda de Domingo Ram y Juan Rius, encontramos una magnífica tabla de la Resurección de Nuestro Señor, en ella se observa la figura de Jesucristo, de pie sobre el sepulcro, y a ambos lados soldados contemplando la escena.
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