-.-.-.-Todas las fotografías que aparecen en este blog forman parte del Archivo Fotográfico de Maluenda de Jesús Gil Alejandre.-.-.-.-.-.

sábado, 30 de mayo de 2020

Quiero despedirme de ti...


«Qué sería un baturrico
 sin la cabecica atada 
si aun llevándola atadica 
dice las cosas tan claras»


Hoy en el pueblo de Maluenda ha quedado un vacío difícil de llenar. El fallecimiento de Calín nos llena de tristeza. Nos sentimos huérfanos ante la pérdida de una persona que forma parte del alma de nuestro pueblo y de nuestra parroquia.

Por muchos años serás recordado en nuetras memorias por tus jotas espontáneas ante cualquier acontecimiento, con tus saludos afectuosos, con tu pierna del pantalón remangada en las rifas del Pilar, de enterrador en la procesión de Viernes Santo, llevando el pendón de las Santas o cantando en el coro de la iglesia.

Cuantas veces me repetías, ¡Jesús, cada uno vamos donde nos gusta!, y allí estabas, en cada misa, en cada procesión, sin dejarte un día de ensayo del coro, en todos los entierros, en cada celebración que se hacía en la parroquia o en el convento, tanto si iba mucha gente como si había poca, eso no importaba, , ¡...donde nos gusta!

 ¡Lo que tú digas, Jesús!, y así preparábamos los cantos de misas, buscábamos el páleo que tocaba, pasábamos la bandeja o elegíamos las canciones que nos sabíamos para las procesiones cuando la noche y la vista no permitían leer. 

Llegó la enfermedad, pero sacabas fuerzas de donde no te quedaban. Y con todo el sufrimiento que llevarías por dentro, los domingos no faltabas a misa y, arrastrando la pierna, acompañabas las procesiones. ¡Agárrate a mi brazo, Calín!, te dije en la última procesión, pero quisiste seguir solo.

Fuiste un gran defensor de las tradiciones y de las costumbres del pueblo, ¡siempre se ha hecho así, Jesús! y nunca dejamos de cantar el Miserere el Jueves Santo y el Entierro de Nuestro Señor en Viernes Santo. Y qué feliz fuiste el día que tu hijo ocupó tu puesto de enterrador.

Nos separaban muchas generaciones, Calín, pero supimos reír, cantar y rezar juntos. Hoy me toca decir a mí ese, ¡Hala, vámonos a cocheras!, con el que te gustaba terminar todas las celebraciones y todos te decíamos, ¡siéntate y échate otra jota!

Aquí te dejo una de tus últimas jotas el día de las Santas a dúo con Joaquín. 
Descansa en Paz, Calín.


1 comentario:

  1. Mi más sincero pésame!! Siempre me saludaba, aunque nos conocíamos poco, me preguntaba por mi marido, las chicas, mi hermano y sobretodo por La Conchita ¿Que hace, ha venido, está buena?? . Su sonrisa, su amabilidad, es gratificante ir al pueblo y encontrarme con personas así.Descanse en Paz! .

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